Pero ellos y yo sabemos que el cielo tiene el color de la infancia muerta. Alejandra Pizarnik
yace la muerte
con su figura niña de ojos grandes
y su osito Taxidermia.
Le rapan su cabeza cubierta de viruela,
delirio, roedores y gritos humanos,
hace falta más de mil enfermeras para
poder atar su inquietud esquelética.
Es Día de Visitas,
su madre trae consigo su juguete favorito,
algo manchado de cianuro e incienso,
pero la muerte no sonríe.
- No olvides astillar el cartílago,
ni preguntar direcciones al enemigo.
La Dama blanca, madre de luto;
su abrazo violenta como
quien sacude un cuerpo inerte
en espera de una respuesta.
Comentarios
Publicar un comentario
Ladren, perros ;)