Las letras me persiguen como minúsculos canes: no basta golpearles para ganar distancia. Me asechan pero carezco de voz para nutrirles. Saturo con tinta su interior y las veo concluir en vocablos ingratos que amenazas mis espaldas. Me obligan a deletrear hasta balbucir sus nombres y saldar sus afectos, lamen el dorso de mis manos con esas fauces que prefieren mis gritos a mi caligrafía. URL de Imagen: https://whvn.cc/478590
Ejercicios y experimentos de escritura para leer en voz alta a una can-hija aficionada al streaming, los contenidos y la tuiteratura.